Locura enamorada.

lunes, 13 de enero de 2014


Sueños que van y vienen. Deseos, esperanzas y recuerdos. Sentimentalismos.
Soy una persona que gran parte de mi vida la paso en mis pensamientos. Adoro recordar, imaginar y sentir la vida.

Sabes que poco a poco la vida se va apagando pero es mayor la experiencia que vas obteniendo.

El daño recibido es aprendizaje... aunque es bien cierto que nos gusta errar y caer una y otra vez en el mismo fallo.
Y lo odio, odio tener que ver mis errores. Caigo y vuelvo a caer siempre en lo mismo. Han jugado tantas veces conmigo de la misma forma que ya hasta me aburre.
Mi desconfianza ahora es lo que me hace poder seguir adelante sin mirar a nadie.

Siempre es la misma historia, comienzan con frases bonitas, luego con palabras más y más cálidas, hasta que quedas con esas personas que juegan, se divierten, te ilusionan y de repente... desaparecen.


Aprendes a vivir en ese vaivén, en eso que siempre duele. Como si fuera una caída, una punzada, un vacío.
El mayor daño es ese, el engaño, el que te hagan sentir bien pero para luego joderte.

Y esas cosas, junto con muchísimos más problemas te hacen ser fría, dura y de una personalidad extraña, egoísta... pero con mucho más sentimiento, aunque en su mayoría sea de soledad.


Siempre he querido mostrarme como soy, sin máscara, sin ese caparazón que me protege del miedo a volver a caer, a que me vuelvan a dañar. Pero no puedo hacerlo. Una vez pude hacerlo, pero ya no más.


No creo que vuelva a aparecer alguien que vea mi verdadero interior, que sepa todo lo que esta persona fría es capaz de mostrar y de sentir... pero me dicen que no, que no piense así que siempre hay alguien.
Pero aunque la hubiera... no seré capaz de responderle de la misma forma. No seré capaz de darle todo lo que la otra persona me de... porque el miedo sigue ahí.


Esas personas que dañan de tal manera... pienso que lo hacen sin maldad. Esa forma de actuar, como si de un teatro se tratase, solo es un pasatiempo, una costumbre, algo normal. Esas personas que no sienten con la misma intensidad que otros... ven el echo de enamorar como un simple juego.

El amor no es eso, es mucho más que una diversión.

No es un físico, no son unas caricias ni unas palabras. El amor no es una simple emoción repentina... no es un dibujo sobre el pecho ni tan siquiera una mirada.
No son mensajes, ni besos...
Es una enfermedad.
Te hace enloquecer, pierdes la noción del tiempo, abandonas tu realidad y sientes que tu cordura y todo lo que eres se funde en una extraña conexión con la otra persona.

Yo he llegado a amar hasta creer que mi mente estaba fuera de lo meramente racional.
Pensaba que mi vida era la otra persona, que lo daría o abandonaría todo por el otro, sabía que no podía ser así... pero sentía que no podía ser de otra manera.
Los problemas... siempre eran por mi culpa.
Las palabras, siempre las media para no dañar.
Los gestos, los cambié para agradar.
Las miradas las guardé solo para esa persona para no hacerla enfadar.
Pero eso no estaba bien.

Yo era la enamorada, la loca, la paranoica y la que siempre quería más. La que siempre deseaba un abrazo, un beso, unas palabras para satisfacer mi amor. Pero solo era yo.

Estaba enamorada, pero eso no era amor real. Estaba sola en esa enfermedad, en esa etapa de mi vida.


Juegan sin saber el daño que hacen.

Sé que alguna vez habrá pensado en mi y espero que se arrepienta pues ninguna mujer volverá a amarlo con esa intensidad que a cada año iba a más, más cercano a la locura que a lo normal.

Y siempre es lo mismo. Hasta que aprendes a no saber amar.

Ahora necesito aprender a valorar lo que tengo que es mi propia persona... quien siempre estará a tu lado eres tu mismo.


Lorelein Dark

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