Imaginación.

jueves, 26 de diciembre de 2013


Los niños... son pequeños y debemos protegerlos con todo lo que nos sea posible.

Nosotros hemos sido pequeños y siempre hemos necesitado ayuda para cualquier cuestión. Ya sea porque nos hayamos caído y nuestra rodilla o barbilla haya sangrado, por alguna pesadilla en la noche que nos hubiera hecho despertar entre llantos, porque algún niño mayor se hubiera burlado de nosotros por cualquier tontería... o por cosas propias de la gran imaginación de un mocoso. 


Cuando pequeños nuestra imaginación es desorbitada, creemos que una bola de barro es una albóndiga, que sin nada somos padres o madres de una familia, que un muñeco es nuestro hijo o que un action man es el ser más poderoso de todos. Creo que eso eran cosas que a los niños de mi época les hacía felices. Recuerdo que siempre quise un tamagotchi y nunca me lo compraron... Cosas de la vida. 

Pero aún así... la imaginación de un niño no va mucho más allá que eso. No piensa en la crueldad del ser humano, cree que el malvado es ese niño que le insulta o que le margina en los juegos grupales. 

Yo descubrí con 8 años que había mucho más allá. 


Fui una niña solitaria, siempre creí que el malo era ese chico que no paraba de insultarme, de pegarme chicles en el pelo o que decía eso de ``no, tú no juegas´´. Aun así salía a la calle como buena masoquista para seguir intentando poder jugar con el grupo de mi barriada. 

Entonces fue cuando comencé a escuchar palabras, frases que mi propia mente ha bloqueado, gestos y miradas que tengo clavadas en mi subconsciente, acciones que me horrorizaban y que no llegaba a comprender. ¿Porqué cuando estaba sola él se quedaba observándome desde la oscuridad? Eran como esas sombras que por la noche me aterrorizaban en mi propia habitación. ¿Porqué cojones solo me hablaba cuando me quedaba a solas? ¿Porqué ese maldito hijo de puta me tocaba el trasero con un gesto que aún hoy en día me revuelve las tripas? 

En esos días comprendí que la maldad del hombre... era mucho más. 


Un niño tiene una imaginación desorbitada, puede pareceros gracioso cuando os dice algún problema que para nosotros no es nada. Pero si una simple caída o burla es un mundo... imaginaros que puede ser el abuso sexual por parte de un pederasta. 

Cuando un crío llora, intenta contaros el problema... no os riáis de él. A mi me ocurrió... intenté decir como yo entendía por aquel entonces lo que me estaba pasando, yo me sentía presionada, perseguida, indefensa... pero no sabía expresarme. Entonces todos se rieron de mi... mis padres inclusive. 


Por eso si alguna vez os pasa no os riáis de él o lo ignoréis, un niño nunca miente ante casos así. Ayúdale. 


``Porque la imaginación de un niño no conoce la verdadera maldad del ser humano´´. 


Gracias por leer.

0 comentarios:

Publicar un comentario